#estos posts van a envejecer como un buen vino xileno

[virgendelosmataderos]

jabón de pomelos

Cayó el solsticio tras alzarse sin gloria alguna, la promesa de que los días idos no se recuperarán y los que siguen otorgarán oportunidades cada vez más marchitas e ínfimas. Siempre nos ha comido la hora.

Cayó el solsticio y de nuevo se cayeron los paradigmas. Se cayó el poco orden que quedaba y el destino danzó desinteresado y bruto por todo lo que valía la pena salvaguardar, porque es mentira la misericordia. Las creencias murieron mientras alguien, alguien que no era yo, se reía viendo el espectáculo.

Porque si esto no está pasando para que alguien por último se ría, entonces nada de esto tiene sentido y nos vamos, señores. Cerramos por fuera el boliche.

Puras palabras muertas y mal sorteadas porque el desorden se desbordó y no puedo detener el reflujo.

Están viéndote los vecinos, niñita.

Puentes quemados porque los cables que tengo trabados en la tráquea también se escaparon de adentro a lo mejor por eso no paro de pensar en que necesito que alguien me rompa la tráquea que me rompan la tráquea que me rompan la tráquea porque eso va a ayudar a que las cosas mejoren por favor rómpeme la tráquea siento el hierro repitiéndose en mi lengua rómpanme la tráquea rómpete la tráquea arráncala de cuajo ahora y el cobre pelado tocó los cimientos, esos que he cuidado y defendido con todo el miedo feral del que me amamanté creciendo.

El odio venenoso está bruxando sus dientes. Mis uñas son sus uñas que se apernan en la piel para que no se arranque nada, ni un glóbulo, y me susurra que se están confabulando. Se están confabulando y saben todo y el plan es arrancarse pero están viendo la mejor forma, porque esto no puede explotarle a nadie en la cara. Van a salir arrancando de Chernobyl, dice con sarcasmo mientras se ríe. Se ríe a carcajadas y no sé si es pizarra rasgada y metal en metal, o si soy yo. Hay que reírse, como el payaso que sufre mientras se mira al espejo. Hay que reírse hasta que se nos salga la cabeza a causa del humo radiactivo, más calavera que cara.

Hay un pedazo de pitilla que está intentando hacer el aguante para con todo lo que está pasando, y yo ya vi esta película: 5 segundos antes de que se termina la función, el hilo cede porque la protagonista acercó el encendedor sin avisar. Diría que fue inesperado, pero la verdad es que el desenlace solo fue ligeramente poético. Un proyecto de dos décadas y algo que ni siquiera partió bien.

Hay algo feo y putrefacto que está creciendo a borbotones dentro mío y no sé cuándo termina de gestar. Ojalá que cuando reviente sea en llamas y se lleve consigo todo lo que he sido, soy y podría ser.

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El cruel juego experimental de buscar el umbral de insania en el humano que aún respira.

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Cayó el solsticio a diez días del fin del año, el cual podría ser el mismísimo fin del mundo, y a nadie le importó.

En especial a mí.